Como Venecia, que lanzó el pago de una tasa para los visitantes diarios, numerosos destinos del mundo imponen medidas para limitar la afluencia masiva de turistas que los congestionan y perjudican.

  • Fuente: AFP

En España, segundo destino turístico mun­dial detrás de Fran­cia y encaminado a batir este año su récord de visitantes de 2023, numerosas ciudades al borde de la saturación toma­ron la delantera para calmar el hastío de sus habitantes. La ciudad costera de San Sebas­tián, en la región norteña del País Vasco, limitó a 25 perso­nas los grupos turísticos en su centro histórico y prohibió el uso de megáfonos a los guías.

Venecia es la primera ciudad del mundo en imponer un boleto de entrada a sus visitantes de un solo día

Barcelona, una de las ciu­dades más visitadas del país, también prohibió gru­pos de más de 20 personas en su célebre mercado de la Boqueria. De su lado, la ciu­dad andaluza de Sevilla con­templa hacer pagar el acceso a la célebre plaza de España a los no residentes.

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En Países Bajos, Ámsterdam prohibió la llegada de cruceros a su centro histórico

ALTO A LOS CRUCEROS

La popular isla española de Mallorca, en las Baleares, aplica desde 2022 un máximo de tres cruceros diarios en su puerto, entre ellos un solo “megacrucero”. La isla vecina de Menorca limitará por su parte el acceso de vehículos.

Emblema del turismo masivo, el puerto croata de Dubrovnik impone desde 2019 un límite de dos cruceros por día, con un máximo de 4.000 pasaje­ros cada uno, ante la acumula­ción de visitantes en sus calle­juelas medievales retratadas en la serie “Juego de Tronos”. Ampliando su larga lista de medidas contra el turismo de masas, Ámsterdam pro­hibió el año pasado la llegada de cruceros a su centro histó­rico, una medida vigente en Venecia desde 2021.

La ciudad andaluza de Sevilla contempla hacer pagar el acceso a la célebre plaza de España a los no residentes

BOLETOS DE ENTRADA EN VENECIA

Como si se tratara de un parque temático, Venecia puso en mar­cha su boleto de entrada para los visitantes de un solo día, una medida para combatir el turismo de masas, pero que suscita reticencias entre los residentes que no quieren que su ciudad se convierta en un “museo”. La ciudad, la primera en implantar un dispositivo de este tipo, vendió en línea unas 10.000 entra­das, a un precio de 5 euros (5,30 dólares), indicó a AFP el res­ponsable adjunto de Turismo, Simone Venturini.

Estos boletos, que se presentan en forma de códigos QR, tie­nen que presentarse a los revisores, desplegados en varios lugares, pero sobre todo en la estación de tren de Santa Lucía, principal acceso de esta famosa localidad, patrimonio de la humanidad por la Unesco. Pese a que la tarifa es moderada y a que el sistema no impone un límite de visitantes diarios, las autoridades municipales confían en que disuada a algunos de los turistas que atestan sus callejuelas y los puentes sobre sus canales en los días de más aglomeración.

MONTE FUJI Y GEISHAS

También víctima de su éxito, el mítico monte Fuji, cerca de Tokio, aplicará a partir de este verano boreal una tasa de 2.000 yenes (casi 13 dólares) y una cuota máxima para acceder a su ruta senderista más popular. En este contexto, un pueblo japonés instalará una enorme barrera negra en un popular lugar para tomar fotografías al monte Fuji ante el hartazgo de la pobla­ción por las hordas de turistas extranjeros.

La construcción de la red, que medirá 2,5 metros de alto y 20 de largo, empezará la próxima semana, dijo a la AFP un res­ponsable del pueblo de Fujikawaguchiko. De su lado, la ciudad de Kioto, ante un aumento de los visitantes entrometidos, ha prohibido el acceso a los turistas a las callejuelas privadas del célebre barrio de las geishas.

RESERVA EN LAS CALANQUES

En el sudeste de Francia, el Parque Nacional de Calan­ques impone un sistema de reservas para acceder a la cala de Sugiton, amenazada de erosión, con un máximo de 400 personas diarias en verano contra 2.500 que se acumulaban anteriormente.

Las autoridades francesas tam­bién han establecido un límite de visitantes en verano a la isla mediterránea de Porquerolles o a la de Bréhat, frente a Bre­taña en el canal de la Mancha.

ACCESO LIMITADO AL MACHU PICCHU

Verdadero rompecabezas para las autoridades peruanas que en numerosas ocasiones han restringido el acceso, la ciudad inca de Machu Picchu fue colocada en 2011 como Patrimonio Mundial de la Unesco bajo “alta vigilancia” por el “exceso de visitantes”.

Actualmente, solo alrededor de 4.000 personas pueden entrar a diario a ver las ruinas.

CIERRE DE “LA PLAYA”

En Tailandia, la isla paradisiaca de Maya Bay en la isla de Koh Phi Phi Ley cerró entre junio de 2018 y enero de 2022 para conse­guir la restauración completa de los arrecifes de coral. Inmorta­lizada en 2010 en la película “La playa” con Leonardo di Caprio, el lugar fue arrasado por años de turismo masivo.

Hasta 6.000 visitantes acudían diariamente a esta estrecha playa de 250 metros, provocando una catástrofe ecológica por la grave erosión y el deterioro de los corales. El lugar reabrió con una zanja que limita los movimientos.

RÉPLICAS DE GRUTAS PREHISTÓRICAS

Descubierta en 1940 en el suroeste de Francia, la gruta prehistórica de Las­caux está cerrada al público desde 1963. La afluencia y los ajustes realizados para facilitar el acceso desesta­bilizaron el lugar.

Entre 1983 y 2016 se erigie­ron tres réplicas que per­miten admirar esta cueva inscrita desde 1979 en el Patrimonio Mundial de la Unesco.

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